Este formulario es sólo válido para daños leves que contempla:

Un daño leve en un vehículo generalmente implica daños superficiales o menores que no afectan significativamente su funcionalidad ni representan un peligro inmediato para la seguridad. Estos daños pueden variar en grado, pero algunas características comunes de daños leves podrían incluir:

1. Abrasiones en la pintura: Rasguños, arañazos o pequeñas marcas en la superficie de la pintura que no afectan la capa subyacente ni la integridad estructural del vehículo.
2. Golpes menores: Abolladuras pequeñas o abolladuras superficiales que no comprometen la estructura del automóvil. Estos pueden deberse a impactos leves, como una puerta que se abre contra el automóvil o pequeñas colisiones de estacionamiento.
3. Daños en parachoques: Rasguños, grietas o abolladuras en el parachoques delantero o trasero, que a menudo son el resultado de colisiones a baja velocidad.
4. Faros o luces dañadas: Rasguños en los faros, las luces traseras o las luces direccionales que afectan la estética pero no comprometen la funcionalidad completa.
5. Daño en espejos: Rasguños en los espejos laterales que no afectan su capacidad para ajustarse o reflejar correctamente.
   
   Es importante señalar que, aunque estos daños puedan considerarse leves, aún es recomendable evaluar y reparar cualquier daño en un taller especializado. Incluso daños aparentemente menores pueden tener implicaciones en la seguridad o la integridad estructural del vehículo que podrían no ser evidentes a simple vista.
   
   Nota: No contempla mecanica.